NO ES ESPIONAJE, ES ANÁLISIS DE DATOS

¿Y si preguntamos a nuestro teléfono si nos vigila? ¿O si alguien lo hace a través de él? Puede que llegue el día en que el sistema operativo del dispositivo, ante el tamaño del interrogante, nos conteste: Curioso, ¿qué te hace pensar eso? La información que continuamente producimos y su análisis inteligente están tras esas predicciones cada vez más finas sobre el comportamiento. No es espionaje, es análisis de datos.

Nos ocurre continuamente, hacemos búsquedas sobre temas, productos, destinos de vacaciones, etc. Luego, en poco tiempo, aparecen anuncios publicitarios asombrosamente similares a las búsquedas hechas en los perfiles que tengamos en redes sociales. La frecuencia con la que esto ocurre lleva a que millones de usuarios en todo el mundo tengan la impresión de estar siendo vigilados o espiados.

Lo cierto es que las acciones que llevamos a cabo en la red producen datos de manera incesante. Cookies, contraseñas, historiales, preferencias grabadas en los perfiles, etc. son almacenadas y analizadas.

Esto lleva a episodios algo “extremos”, por ejemplo, conversaciones en chats o fotos enviadas en mensajes privados donde parece verse alguna relación con publicidad personalizada. ¿Se ha encontrado usted con que envía una foto de un producto y aparecen anuncios del mismo en su perfil?

Grandes compañías de análisis de datos como Google o Meta saben que los anuncios personalizados tienen una enorme eficiencia. Para hacer esto es necesario crear análisis de datos sobre el torrente de información que generamos al utilizar sus aplicaciones, sobre todo si son gratuitas.

Todas y cada una de nuestras interacciones pueden ir a formar un mapa cada vez más grande sobre los usuarios. Por ejemplo, cuando hacemos una fotografía o un vídeo y lo enviamos por Instagram, Facebook o WhatsApp viajan también bloques de metadatos con información sobre geolocalización o contenido.

A lo anterior podemos sumar que Facebook e Instagram pueden saber cuáles publicaciones provocaron que nos detuviéramos más o menos tiempo en la navegación. Si, además, estos datos se ven cruzados con los creados en los perfiles con los que mantenemos contacto dentro de la aplicación, tendremos la respuesta a la cantidad de información que estas compañías guardan sobre millones de personas en el mundo y una de las bases de su modelo de negocio. En todo esto nos encontramos con algunos de los esfuerzos en análisis de datos más sofisticados del mundo.

Es decir, no hace falta que nuestros dispositivos inteligentes lleguen a espiarnos, incluso tampoco es necesario que hagamos búsquedas específicas. Si la red de contactos que guardamos hace X tipo de consultas y estas empresas encuentran proximidad geográfica en mi dispositivo, pues habrá grandes posibilidades de que vea publicidad aplicada.

A nadie se le escapa que si tengo contacto regular con un grupo de personas, probablemente compartamos intereses. Así que existen también posibilidades de que esa publicidad llegue a interesarme. Este tipo de análisis de datos recrea modelos de predicción, está hecho a través de modelos y algoritmos, pero sigue existiendo un ejército de científicos de datos detrás de las bambalinas digitales.

Naturalmente, estas aplicaciones ofrecen diversas funciones para la protección de la privacidad, pero hablamos de las bases de un negocio que mueve millones de dólares todos los años. El debate sobre si el análisis de datos que ayuda a construir la publicidad personalizada invade o no la privacidad todavía está en el centro, que millones de personas crean que están siendo espiadas demuestra la poca información que existe sobre todas estas cuestiones, por ejemplo, que utilizamos servicios continuamente que luego pagamos con datos.

Existen desarrollos tecnológicos que, es evidente, hacen que muchas tareas sean sencillas. Tenemos un caso en las soluciones para administrar equipos mediante reconocimiento de voz. No olvidemos que la voz viaja a la nube donde se ejecuta dicho reconocimiento, para luego regresar al dispositivo. Durante ese proceso se recrea una huella digital en centros de datos, cuyo análisis se traduce en riqueza.

Parece evidente que los profesionales interesados en el análisis de datos más avanzado tienen o pueden tener la capacidad de trabajar en los cometidos tecnológicos que más despiertan fascinación en la actualidad. Claro, para lograr esto es necesario contar con importantes puntos de partida, entre ellos las mejores credenciales académicas en Big Data y Data Science.


Experto, Especialista y Máster en Big Data y Data Science de la UNED:

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