Análisis de datos y privacidad

Comienza a ser una verdad más o menos aceptada que a cada paso que damos por el mundo y la vida cotidiana dejamos una huella digital más profunda y duradera. Cada compra o búsqueda, cada trazado de ruta o elección de una lista de reproducción que nos acompañe durante un trayecto en medio de las tareas diarias, todo genera un rastro de datos que codifica, al menos, parte de nuestra existencia.

Naturalmente, estos datos despiertan múltiples intereses, algunas administraciones argumentan, por ejemplo, que el acceso permitiría una sustancial mejora de los servicios públicos. Recordemos que ya existen análisis en ciencias sociales donde se asocia la reducción de la corrupción con las soluciones en inteligencia artificial al interior de los organismos del Estado con poder sobre los recursos económicos.

Al hilo de lo anterior, conocemos el enorme volumen de negocios que el análisis de datos significa para las grandes compañías. En medio de esta coyuntura, históricamente extraordinaria, surgen las voces preocupadas por el problema de la privacidad y el arribo de posibles entornos socioculturalmente vigilados.

Por supuesto, nombremos lo evidente: la regresión tecnológica, al menos la ligada a las industrias de los datos, no parece posible. Son demasiados los aspectos del actual modo de vida íntimamente relacionados con sistemas que no funcionan sin tratamientos de datos a distintos niveles de sofisticación.

La paradoja se desprende de algo que resulta del máximo interés para las ciencias sociales: a mayor nivel de vulnerabilidad (en términos de privacidad y acceso a la información) más eficiencia en la solución de problemas que transforman la cotidianidad en algo fluido, donde la reducción de tiempo y la velocidad se tornan más finamente en valores añadidos. Más datos pueden traducirse en políticas o acciones con grandes posibilidades de adelantarse a necesidades, tendencias o profundas transformaciones económicas, ambientales o sociopolíticas.

En efecto, la vigilancia puede ser el gran peligro latente del Big Data y el Data Science. Y, sin embargo, los acontecimientos adquieren cierto matiz diferenciador cuando especialistas y científicos de datos tienen una formación superior que en origen incorpora conocimientos acerca de la legalidad vigente en privacidad y protección de datos. Lo anterior es uno de los rasgos que diferencian claramente al Programa Modular (Experto, Especialista y Máster) en Big Data y Data Science de la UNED.

Es así como al interior de cualquier organización o estructura productiva los cambios en cultura organizacional pueden contemplar (desde el diseño) las nociones que integran al análisis de datos como productor de conocimiento y riqueza con las teorías que entienden a la privacidad y la protección de datos como valor añadido en los actuales bienes y servicios (siendo esto un asunto cada vez más valorado por los ciudadanos en su faceta como usuarios y consumidores).

Claro, estas cuestiones dependen, a su vez, de la importancia concedida en los principales programas formativos del mercado. En el caso del Máster en Big Data y Data Science de la UNED, se extienden competencias que profundizan, precisamente, en los ámbitos de mayor preocupación del gran público, como la licitud del tratamiento, lo relativo al consentimiento, los derechos de rectificación y supresión, transparencia y la garantía de acceso. Así como en las implicaciones de las decisiones individuales automatizadas.

Incluso, este programa enfocado al análisis de datos profundiza en la figura del responsable del tratamiento, el Delegado de protección y el modelo de responsabilidades, al igual que en los códigos de conducta y certificación.

Que existan programas en Big Data y Data Science con un lugar destacado para estas temáticas, en contraste con la preocupación social por el peligro de excesiva vigilancia (tanto por poderes públicos como privados), viene a demostrar que ciertas credenciales académicas ofrecen a empresas y administraciones mejores garantías de buena praxis que otras.

¿Llegaremos a momentos de trascendencia política y psicosocial donde la sociedad demandará a gran escala un Big Data y un Data Science fundado íntegramente sobre los derechos a la privacidad? Aquí tenemos uno de los grandes debates, en el mismísimo centro de las nuevas economías de los datos.


Experto, Especialista y Máster en Big Data y Data Science de la UNED:

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