Análisis de datos en la Universidad

El análisis de datos es uno de esos campos donde los enfoques y las aplicaciones parecen inagotables. Múltiples titulaciones intentan dar respuesta a las demandas llegadas desde todos los sectores, no solo los tradicionalmente estratégicos.

Hoy en día todos tenemos alguna noción sobre el espectacular, a veces vertiginoso, crecimiento de la red de dispositivos y sensores que mapean cada momento y segmento de nuestra vivencia económica y sociocultural. Pero de lo que no hay una noción tan clara es de la magnitud de la información que esa realidad tecnológica produce segundo a segundo.

Una imagen más detallada de la situación recreada por la transformación digital nos llevaría a un rasgo ciertamente especial y singular en la producción del conocimiento: el análisis de datos es probablemente el campo más profundamente multidisciplinar de la historia de la ciencia, resulta importante en todas las ingenierías, los transportes, la medicina, etc. Sencillamente es parte del sistema.

Por otra parte, aunque la transformación digital involucra a todos los usuarios, el análisis de datos ha venido convirtiéndose en una opción clara en miles de jóvenes que comienzan su andadura profesional, así como en el primer objetivo en muchos de los que buscan estudios de posgrado. Estamos ante un escenario donde es cuestión de tiempo que incluso muchas carreras universitarias incorporen asignaturas específicas para introducir el pujante campo del análisis de datos.

En este sentido, resulta clave la diferenciación entre las distintas respuestas que observamos en la oferta formativa. Existen programas, cursos, etc. en Big Data con un énfasis mayor en ciencias de la computación, programación, etc.

Pero también encontramos sistemas curriculares, los que tienen una mayor demanda entre las empresas, donde el Big Data y el Data Science muestran una clara orientación al análisis de datos, con una mayor inversión formativa en matemáticas y Estadística. Es ahí donde tenemos la auténtica diferencia.

Es decir, superado el momento donde las compañías estaban tomando conciencia organizacional sobre el papel de los datos para generar riqueza, llegamos al instante en que también saben reconocer a la figura profesional mejor capacitada para estudiar grandes bancos de información con el fin de encontrar pautas y patrones y construir una modelización e interpretación sobre los mismos.

Con lo anterior nos referimos a una competencia profesional clave en la generación de energías, en las comunicaciones, en las industrias culturales y la política… en la exploración espacial y en las administraciones públicas. En cualquier sitio donde la predicción sea importante, con el fin de guiar la nave correctamente, contar con el mejor equipo en análisis de datos será la diferencia entre el éxito y el fracaso.

ANÁLISIS DE DATOS EN LA UNIVERSIDAD

Análisis de datos en la Universidad

La importante presencia del análisis de datos en la oferta de programas universitarios tiene una relación con los estudios y recomendaciones de los grandes organismos internacionales. No porque la Academia sea especialmente sensible a la política internacional o porque lo sea más que a las demandas de la producción, sino por los argumentos utilizados para atraer a sus potenciales estudiantes.

Si un estudiante o profesional busca ahora conocimientos y competencias en los ámbitos más prometedores, encontrará pistas importantes, por ejemplo, en un informe de la OCDE publicado el pasado enero (Firms going digital. Tapping into the potential of data for innovation). Se trata de un documento para guiar a las administraciones públicas sobre la mejor forma de ayudar a las empresas en el proceso de adaptación a las economías digitales.

El informe relaciona con claridad tres cuestiones: innovación, productividad y economía de datos. Al profundizar en las tendencias para la aplicación de las TIC, observamos acciones enfocadas a la recolección y análisis de datos que vendrán a transformarse en demandas al mercado laboral, que engrana con el mercado de formación.

Entre las tareas nombradas por este informe de la OCDE encontramos la vinculación en el tejido productivo de Big Data, innovación en productos y mejora de procesos + nueva cultura organizacional y acción de marketing inteligente. Incluso, habla de modelos de negocio donde los datos se convierten en nueva “materia prima digital”.

Ahora bien, también debemos tener claridad sobre lo siguiente: es verdad, las economías están basando su desarrollo en el análisis de datos. Sí, este análisis inteligente de la información extiende una base científica a la dirección empresarial y al liderazgo organizacional, reduciendo riesgos, incertidumbres e impresiones basadas en el error.

Y sí, el 73% de las compañías españolas emplean el 50% de sus recursos para IT en análisis de datos. Pero todo esto no significa que las universidades arriesguen de la misma forma con programas que buscan liderar la oferta formativa.

Hay titulaciones superiores abrumadoramente mejores que otras en calidad (por enfoque, contenidos, docentes, etc.), como casi siempre sobresalen las universidades públicas (como la española UNED), donde la apuesta no puede ser más clara: busca que sus estudiantes estén en puestos de la mayor exigencia, en las mejores empresas y donde puedan aportar a un mundo mejor y más sostenible.


Experto, Especialista y Máster en Big Data y Data Science de la UNED:

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