Big Data y Recursos Humanos

Se consolida el dato como piedra angular de la economía. Los profesionales en Big Data y el Data Science son los más demandados por compañías de todo el mundo, son necesarios para enfrentar los nuevos desafíos, la clave está en la calidad de su formación.

Durante los tres últimos años el volumen de datos gestionados por el mundo empresarial creció un 569%, según estudios de la consultora Global Data Protection Index. Ese mismo trabajo afirma que de cada 10 empresas, 9 comprenden o tienen nociones claras sobre la importancia del análisis de sus datos para la mejora de sus procesos productivos.

Esta clase de factores al interior de la dinámica económica, suelen traducirse en exigencias enfocadas al mercado laboral. Los departamentos y expertos en Recursos Humanos representan una importante fuente de datos para diversos estudios que intentan sugerir modelos y sistemas de posición acerca de la forma en la que evolucionarán las demandas laborales en los próximos años.

Así, informes como EPYCE del año 2018, por ejemplo, nos dieron una imagen interesante, cuyos resultados parecen extenderse en el tiempo. Este estudio utilizó una muestra basada en expertos líderes en la dirección y gestión del recurso humano; un 59,40% estaban Madrid, con un 62,23% vinculados a proyectos en varios países.

Agruparon las demandas del aparato productivo en familias, cuya lista era encabezada por la comercial, con un 25,6%; seguida de la tecnológica, con un 22,8% y la Ingeniería, con un 21,40%. El análisis de la demanda arrojó las posiciones con mayor relevancia para los próximos años, el orden fue el siguiente: Data Science, Big Data, Ingeniería Informática, operarios con cualificación, Ingeniería Industrial, Account Manager, Comercial digital y especialistas en Ciberseguridad.

Entre los campos profesionales que serán objeto de una mayor automatización están la Administración, el control de la gestión, administración del recurso humano, programación informática y otros. Recordemos, además, el serio desfase que observamos en España: el reciente estudio de la consultora Qlik (nombrado en una entrada anterior de este Blog), afirmaba que sólo el 3,2% de los jóvenes españoles estaban preparados para desenvolverse en entornos Big Data.

FORMACIÓN DE CALIDAD PARA ENFRENTAR LOS DESAFÍOS PROPIOS DE UN PROYECTO EN BIG DATA

Los expertos y especialistas coinciden en señalar al Big Data como la mayor fuente de transformaciones en la producción y la organización del trabajo de los últimos tiempos. Segmentación de clientes y usuarios, aumento de la productividad y mayor cantidad de información profunda para generar mejores decisiones son algunos de los efectos más visibles del análisis aplicado a los datos. Se considera, por ejemplo, que los servicios de atención al cliente, un aspecto especialmente sensible, han experimentado mejoras en un 53% de las compañías del mundo gracias al Big Data.

Como casi todo en la cultura corporativa, un proyecto en Big Data puede llevar al fracaso si no se consideran algunos aspectos básicos; quizá el más importante se centra en resolver el posible déficit tecnológico y formativo de la empresa en cuestión.

Plantearse un desarrollo en Big Data abre una serie de desafíos, cuya pieza fundamental es el equipo de expertos y especialistas internos y externos que ayudarán a trazar el proyecto, implementarlo y monitorizarlo.

Por una parte, es necesario generar y retener al talento. El conocimiento y la habilidad para ejecutar diversas soluciones tecnológicas en el análisis de grandes volúmenes de datos será fundamental para determinar si la información es valiosa o no. Este tipo de profesionales son, sin lugar a duda, los más codiciados (siendo esa la palabra que mejor lo describe) cuando una compañía decide usar los datos que acumula su actividad. Algunas fuentes afirman que los programas de formación universitaria no están logrando cubrir la actual falta de profesionales en Big Data.

En segundo lugar, hará falta saber si la información con la que cuenta el equipo es la más relevante para el esquema de negocio y los fines de la compañía. Asegurar la calidad de los datos será el siguiente desafío, de lo contrario se generarán ideas que no se ajustan a la realidad o a los objetivos.

En tercer lugar, tenemos todo lo relacionado con la seguridad y el cumplimiento de la normativa que regula el uso, tratamiento y protección de datos (los propios y los generados por clientes y usuarios). Las condiciones de almacenamiento de los datos en servidores, tanto virtuales como físicos, es uno de los apartados más delicados. Todo proyecto en Big Data debe contar con un apartado dedicado a la ciberseguridad y la observación de la legalidad vigente sobre el uso de los datos. Por ejemplo, del Reglamento General de Protección de Datos, en el caso de los datos personales. Sobre esto es interesante nombrar el programa (Máster en el RGPD) que desarrollan conjuntamente la UNED y la Agencia Española de Protección de Datos.

Y, en cuarto lugar, es necesario contar con un estudio detallado del proceso productivo que pretendemos maximizar o mejorar. Es decir, la formulación de las preguntas correctas permitirá que el Big Data resulte una empresa rentable, haciendo más inteligente a la dirección y la gestión a la vez que reduce los riesgos y detecta nuevas necesidades.

Por supuesto, como nombráramos más arriba, únicamente una gran calidad formativa en los profesionales que enfrenten estos retos logrará hacer realidad esa afirmación que parece estar ya incrustada en el imaginario y la cultura empresarial: Los datos… el petróleo del siglo XXI.