Presente del análisis de datos

Cuando se habla de análisis de datos mucho se especula y se argumenta sobre su contribución al proceso de toma de decisiones. Pero detrás de esta formulación, que luego de varios años suena un poco a tópico, tenemos la irrupción de un auténtico paradigma tecnológico que transforma información bruta en nuevos productos y servicios donde se disputa la supervivencia y el liderazgo en el mundo actual.

No argumentamos nada nuevo cuando decimos que el mundo se ha transformado de manera profunda durante los últimos años. Sin embargo, conviene recordar que el protagonismo de todos los cambios que hemos observado en la forma de trabajar, administrar, consumir y vivir se inclina claramente del lado del análisis de datos. Sencillamente, quien no comprenda en este momento que un equipo con suficientes competencias y habilidades en Big Data y Data Science, 100% enfocado al análisis de datos, es la piedra angular de cualquier proyecto que pretenda aspirar al liderazgo está totalmente fuera de la carrera por el mundo del mañana.

Convertir un incesante flujo de datos en conocimiento que, a su vez, se traduce en soluciones prácticas, permite no solo adaptarse a la continua emergencia de retos, además nos faculta para construir modelos que anticipan el futuro. Las estrategias empresariales y administrativas tienen una nueva base: el análisis de los datos.

Uno de los rasgos distintivos del actual momento es que la información en sí no es necesariamente el problema. Desde los tiempos de la creación de la economía política como campo del saber específico se sabe que cualquier proceso productivo o sociocultural desencadena un flujo de información que va a interconectándose con otros, formando una red cada vez más densa y compleja. Desde los tiempos primeros de la industrialización, la creación de las cadenas de montaje y los sistemas autónomos, hasta las primeras soluciones realmente automatizadas estos cauces de información formaban algo básicamente oculto y accesible solo a ciertos actores del sistema. Lo que viene a cambiar de manera muy lenta con la llegada de campos científicos específicamente dedicados a las formas en que se produce y utiliza la información es lo que en décadas mucho más recientes hemos venido a llamar el “dato”.

ANÁLISIS DE DATOS

Es decir, la información superó en algún momento una “masa crítica” que generó un paso también descrito por los fundadores de la economía política, gradualmente pasó a transformarse en un bien cada vez más socializado. Ahora bien, cuando lo anterior ocurre el problema se modifica: ¿Qué hacer con la información? No habíamos terminado de responder esta pregunta cuando una cascada de neologismos y nuevos términos técnicos hizo su aparición en la cultura corporativa.

Para cuando empezamos a escuchar conceptualizaciones como “grandes volúmenes de datos”, “análisis inteligente” etc., los más visionarios ya tenían total claridad en qué las preguntas correctas y el prisma a través del cual nos asomábamos a ese océano que no paraba de crecer contenía las claves de la mayoría de las cosas que explicaban y definían nuestra forma de vivir. Incluso, otra frase se hizo popular: los datos ya tienen la respuesta para preguntas que ni siquiera nos hemos llegado a plantear.

PROFESIONALES EN ANÁLISIS DE DATOS

Por supuesto, es verdad que la claridad en los objetivos y las estrategias es una base clásica de la cultura corporativa, al igual que la cuestión de los costos, los beneficios y la relación con clientes, usuarios y consumidores. Lo que el análisis de datos suma a estas viejas tramas del mundo capitalista y que siguen presentes en los tiempos posindustriales es que podemos averiguar cómo retener clientes (mejorando su experiencia con nosotros) al mismo tiempo que maximizamos la productividad, la racionalidad en el uso de los recursos (sobre todo del tiempo) y la calidad de lo que hacemos (por ejemplo, haciéndolo más sostenible y compatible con la crisis ambiental). Y lo mejor es que el análisis de datos nos dice todo lo anterior de una forma rápida, práctica y viable.

Pero, de lo que tampoco cabe duda, es que esta especie de piedra clave en los procesos de transformación digital depende totalmente de contar con cuadros profesionales lo suficientemente solventes en la materia. ¿Cómo lograr esto? No hay muchos secretos más allá de atraer a expertos y profesionales con las mejores credenciales académicas.

Y no cabe duda de que el mercado de formación superior sobre análisis de datos no para de crecer. Pero también es cierto que la demanda de estos profesionales en todo el mundo aumenta mucho más. De manera que si una empresa, organización o administración quiere realmente destacar en uno o varios frentes de trabajo debe construir su equipo en análisis de datos, pero al hacerlo debe fijarse bien en elementos como dónde adquirieron sus conocimientos dichos profesionales.

En sentido de lo anterior, recordemos que el programa modular (Experto, Especialista y Máster) en Big Data y Data Science de la Universidad Nacional de Educación a Distancia - UNED lleva varios años liderando la formación superior en Big Data y Data Science, 100% enfocada al análisis de datos, en el ámbito de habla hispana.


Experto, Especialista y Máster en Big Data y Data Science de la UNED:

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