LOS NUEVOS PROFESIONALES NECESITAN ANÁLISIS DE DATOS

Se viene argumentando desde diversos foros cómo algunas tecnologías están generando una de las grandes transformaciones en la forma de vivir y trabajar de las últimas décadas. Hay un cambio lento pero sostenido en el rumbo profesional de muchos jóvenes talentos, donde el emprendimiento, la creatividad, el liderazgo y la flexibilidad alcanzan sus máximas expresiones gracias a las nuevas industrias de los datos. Una formación superior en Big Data y Data Science, enfocada al análisis de datos, comienza a considerarse parte integrante de cualquier hoja de ruta que busque otras formas de trabajar y vivir.

Entre las ideas y conceptualizaciones que están revolucionando a las economías del mundo tenemos el análisis de datos, la inteligencia artificial y otras. Éstas se traducen en la promesa de un espectacular aumento de la productividad en todos los sectores. Una de las cualidades que tienen las nuevas industrias de los datos es su capacidad para adaptarse y servir en organizaciones y empresas de cualquier tamaño.

Es decir, no estamos ante paradigmas que necesariamente vayan a contribuir al ya conocido reparto desigual del poder y la riqueza. De hecho, puede que sea al contrario…

Las nuevas economías digitales asisten a un importante crecimiento de jóvenes profesionales que optan por el emprendimiento, cimentando su modelo de negocio en el universo de oportunidades otorgadas por el análisis de datos. Entre 2020 y 2021 el número de profesionales que se autoemplearon en una start-ups creció un 20%.

Un estudio de la consultora Robert Walters (especializada en la búsqueda de mandos y cuadros directivos), encontró que una cada vez mayor masa de profesionales ven los grandes esquemas de la cultura corporativa (simbolizados en las compañías multinacionales) demasiado rígidos, masivos y difíciles de cambiar. Tras la pandemia, los nuevos talentos (precisamente aquellos que conocen el potencial de los datos para producir mejor y de forma más sostenible) emprenden la búsqueda de entornos laborales lo suficientemente flexibles como para incorporar rápidamente aquellas mejoras e innovaciones que el estudio de los datos permite formular.

Flexibilidad, autonomía, sentido científico crítico al abordar los retos, trabajo a distancia, conciliación familiar… Ahí están algunas de las cosas que buscan los profesionales del momento. Pero, a partir de aquí, preguntémonos esto: ¿Se pueden conseguir esas cuestiones y convertirlas en atributos permanentes de nuestros esquemas de trabajo sin ayuda del análisis de datos y las soluciones que extraemos de éstos?

En este sentido, hay variables que no cambian, entre ellas la calidad del conocimiento. Un profesional en una gran empresa y otro en una start-up demandan las mismas credenciales académicas de alto nivel para poder competir en un mundo como el que conocemos. Sin embargo, aquel que optó por el emprendimiento necesita ciertos talentos, un sistema de competencias y habilidades para utilizar a su favor la flexibilidad de la que goza.

Cabe preguntarse si todas aquellas nuevas definiciones y teorizaciones tan de moda en las más importantes escuelas de negocios, como las tan nombradas soft skills, pueden conservar su coherencia narrativa fuera de los avances que han permitido paradigmas como el Big Data y el Data Science. Es decir, ¿hoy en día se puede impactar en un sector económico o productivo con estrategias de pensamiento crítico, nuevas y creativas soluciones en cultura organizacional, liderazgo del relato, gestión inteligente y comunicación sin basar las decisiones en análisis de datos?

ANÁLISIS DE DATOS Y NUEVOS TALENTOS

En entradas anteriores de este blog, hemos hablado sobre liderazgo, talento y su relación con las nuevas industrias de los datos. Pues bien, cuando un estudiante piensa en emprendimiento, autoempleo, etc. es cuando realmente esa ecuación cobra su peso mayor. De hecho, el factor determinante al interior de un pequeño y naciente proyecto empresarial, sobre todo en escenarios tan inestables como el que observamos en prácticamente todo el mundo, es la capacidad de pensar rápido para luego adaptarse con facilidad, con énfasis en el aprovechamiento de oportunidades que podrían traducirse en nuevos productos y servicios basados en la detección de necesidades. Ahí es donde el talento consiste en comprender a profundidad la importancia del análisis de datos.

Cuando parte importante del tejido productivo son proyectos de emprendimiento, muchos de los cuales apoyan su modelo de negocio en tecnología, arribamos a otro momento. ¿En qué sentido? Una formación superior en Big Data y Data Science enfocada a análisis de datos, por ejemplo, ya no debería ser un fin en sí mismo, sino parte totalmente integrada en el conjunto de competencias y habilidades que cualquier profesional y emprendedor de la era digital debería contemplar.


Experto, Especialista y Máster en Big Data y Data Science de la UNED:

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