Big Data y Educación

En España se observa un serio desfase, respecto a nuestros vecinos y socios, en Big Data y sus posibilidades. Un estudio de la compañía Qlik, creadora de soluciones de software para inteligencia empresarial, dice que solo el 3,2 % de los jóvenes del país pueden hacer una conceptualización totalmente clara de lo que es el Big Data y trabajar con datos.

Que únicamente un 3.2% de los jóvenes tengan conocimientos y habilidades para desempeñarse en entornos Big Data nos coloca en desventaja, acercándonos a la situación observada en algunos países del sudeste asiático. La escala nos pone por detrás de la India, con un 47,2%. Como de Francia, con un 10,3%, Suecia, con 17,3%, y Reino Unido, con 16,9%. También nos supera China, con un 9,5%.

El problema podría tener una raíz pedagógica, claro está. El mismo estudio, por ejemplo, concluye que el 15% de los jóvenes tienen alguna dificultad para comprender una X interpretación de datos aparecida en los grandes medios. Un 28% no cuenta con una comprensión completa de los datos que le llegan sobre el comportamiento político de la población, esto es algo ciertamente problemático en una época tan inestable como la actual. El 26%, incluso, tiene poca comprensión de los datos sobre sus finanzas.

Estamos ante un problema de alfabetización digital. Adolecemos de una acción pedagógica orientada a concientizar, en el mundo de la Universidad, por ejemplo, del peso estratégico que los datos vendrán a adquirir en cualquier área del saber y en cualquier proceso productivo.

Un 44% de los jóvenes de la muestra parece tener confusión sobre el papel de los datos en su propio sector profesional. Sumemos estas cifras a la creciente preocupación, expresada, además, por las Naciones Unidas, sobre la considerable posibilidad del desempleo y los bajos salarios que amenaza a los jóvenes, en comparación con la situación vivida por la generación anterior.  Es decir, una persona que hoy comienza su andadura profesional no debería descartar, no sólo el análisis de datos, sino cualquier habilidad que le sume competencias estimadas como fundamentales en la economía digital.

El espacio de formación superior español tiene ya experiencias importantes en Big Data, que permitirían a cualquier profesional ponerse a la altura y pasar a ser parte de esa, por ahora, minoría capaz de competir en la era de la transformación digital.

El estudio de la compañía Qlik destaca lo evidente: los procesos de transformación digital hacen que diversas áreas profesionales pasen a tener relaciones cada vez más directas con la gestión de grandes volúmenes de datos; así como con tecnologías como el aprendizaje automático o la inteligencia artificial.

Otro déficit evidente y asociado a los números anteriores está vinculado con un pobre o limitado pensamiento crítico y analítico. Lo anterior deriva de problemas estructurales del modelo educativo desde edades tempranas, por ejemplo, en torno a la programación de tareas, el uso de tecnologías para analizar información, la crítica, etc. Por supuesto, muchas de estos datos están en relación con los aportes del Índice de Alfabetización de Datos o DLI, por sus siglas en inglés.