Según informaciones recientes de la Encuesta sobre el uso de TIC y comercio electrónico en las empresas, de entre las compañías españolas con más de diez trabajadores, el 8,8% mantenía una política definida respecto al empleo de Big Data a comienzos de 2017, concentrándose la mayoría en Galicia, Cataluña y Madrid. Esto pone de manifiesto que Big Data no es algo exclusivo de empresas de gran tamaño, sino también está comenzando a tener presencia en las PYMES.

En cuanto a la fuente, al parecer, más de un 50% extrajo datos desde dispositivos portátiles por geolocalización (un 40,9% recurrió a sensores dedicados a recolectar datos). Un 46,51% obtuvo sus datos de las grandes redes de intercambio, como las sociales.

En la distribución geográfica, la Comunidad de Madrid, por ejemplo, utilizó el análisis en Big Data en un 11,26% de sus empresas. Para ello utilizó en un 30% profesionales pertenecientes a firmas externas.

Los datos previos han sido elaborados por el Instituto Nacional de Estadística (INE), y de ellos se concluye que las empresas españolas todavía están en proceso de implementación de equipos de trabajo enfocados a analizar los datos de su actividad productiva para mejorar sus decisiones estratégicas, si bien esta tendencia muestra un crecimiento casi exponencial de año en año. Y que, cómo no, la demanda de estos profesionales tiene un gran potencial de crecimiento.

Podría pensarse que hace falta cierto “refuerzo pedagógico” en torno a la enorme utilidad del Big Data, incluso en la mejora directa de las condiciones de vida de los ciudadanos. Como en las circunstancias técnicas idóneas para que funcione.

Diversas fuentes apuntan a que la economía de Estados Unidos demandará 190.000 profesionales en análisis de grandes volúmenes de datos durante el 2018. En términos globales  harán falta cerca de 1,5 millones de cuadros productivos con know-how para hacer frente al análisis inteligente de toda esta información. Y el fenómeno de la transformación digital provocará que esas cantidades crezcan, incorporando más y mejores herramientas aplicadas.

Varias consultoras apuntan a que en un futuro próximo toda empresa necesitará, al menos, una persona con formación superior en Big Data. Probablemente estamos, de manera irreversible, ante un nuevo escenario que marcará de manera crítica el mercado laboral, dado que la cantidad de tareas y procesos que pasarán a depender del análisis inteligente de los datos es verdaderamente grande.

Así, en los últimos años ya se ha registrado un importante incremento de la demanda profesional en sectores como la informática, la estadística o las ingenierías. Pero el Experto, Especialista o Máster en Big Data es un perfil que trasciende lo tecnológico, está en plena explosión, quedando todavía mucho desarrollo por delante, aun cuando hoy por hoy ya es la profesión más demandada. Podríamos decir que prácticamente no existe un ámbito de la actividad económica y social que no tenga o tendrá que ver en breve con el ámbito permanentemente formativo más importante de los últimos tiempos.          

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